El ejercicio es excelente para el cuerpo, pero a veces puede provocar una lesión que puede causar tensión y dolor de leve a intenso. Una lesión puede ocurrir por muchas razones, incluidos accidentes, prácticas de entrenamiento mal informadas o mal acondicionamiento. Las lesiones vienen en dos grandes tipos: agudas y crónicas. Es importante comprender si tiene una lesión aguda o crónica, ya que esto afecta la forma en que maneja el problema y cómo afectan el tiempo de recuperación y los problemas futuros.
Qué es una lesión aguda?
Este tipo de lesión se presentan de repente y suelen estar relacionadas con un traumatismo, por ejemplo, un desgarro muscular debido a un impacto o una torsión. La forma más común de lesiones agudas en la vida cotidiana son los esguinces y las distensiones. Un esguince es una lesión en un ligamento que conecta los huesos, generalmente causado por estirar demasiado un tobillo, una rodilla o una muñeca. Una distensión es una lesión en un músculo o tendón, generalmente debido a un estiramiento excesivo y desgarro del músculo o tendón.
Para hacer frente a las lesiones agudas, el cuerpo utilizará la inflamación alrededor del área del problema para reparar los tejidos dañados. Esto da como resultado la mayoría de los siguientes síntomas, que pueden persistir durante semanas después de la lesión aguda: Dolor intenso y repentino, hinchazón, incapacidad para disponer peso en una extremidad inferior, sensibilidad extrema en una extremidad superior, incapacidad para mover una articulación en todo el rango de movimiento, debilidad extrema de las extremidades y dislocación visible/rotura de un hueso.
Evaluando su dolencia
Los siguientes puntos lo ayudarán a evaluar la gravedad de su lesión y a decidir si su lesión debe ser vista por un profesional:
• El área afectada se ha inflamado gravemente y está causando mucho dolor.
• Hay cambios visibles, por ejemplo, bultos grandes o extremidades dobladas de manera inusual.
• Hay sonidos de estallidos o crujidos cuando te mueves.
• No puede poner ningún peso sobre el área lesionada o se siente inestable cuando lo hace.
• Tiene dificultades para recuperar el aliento, se siente mareado o con fiebre.
• Todos estos son signos de una lesión grave, por lo que, si ninguno de estos presenta, es probable que tenga una lesión menor.
Tratamiento de Lesiones Agudas
La protección, descanso, hielo, compresión y elevación sigue siendo uno de los enfoques más recomendados para el manejo de una lesión aguda. El objetivo es minimizar la hemorragia, la hinchazón, la inflamación, el metabolismo celular y el dolor, para proporcionar las condiciones óptimas para que se produzca la curación.
• Protección: proteja el área lesionada de más lesiones, utilizando un vendaje de soporte si corresponde.
• Descanso: detenga la actividad que causó la lesión y descanse la articulación o el músculo lesionado. Evite la actividad durante las primeras 48 a 72 horas después de la lesión. El descanso ayuda a comenzar el proceso de curación a medida que su cuerpo trabaja para curarlo.
• Hielo: durante las primeras 48 a 72 horas después de una lesión aguda, aplique vendajes refrescantes para mejorar el proceso de curación. La terapia de enfriamiento suele ser más eficaz en los primeros dos días después de que se haya producido la lesión. Los productos refrescantes funcionan aliviando el dolor en el área problemática y reduciendo la hinchazón.
• Compresión: comprimir o vendar el área lesionada en aras a limitar la hinchazón y el movimiento que puedan dañarla aún más. La compresión permite prevenir la acumulación de líquido en el área afectada. Se recomienda realizar el vendaje con firmeza alrededor de la lesión, pero no con demasiada fuerza. Si el vendaje es muy apretado, puede resultar incómodo e impide el flujo de sangre normal y necesario al área.
• Elevación: mantener el área lesionada inclinada y reposada sobre una almohada ayuda a reducir la hinchazón. Intentar relajarse y mantener la lesión elevada por encima del nivel de tu corazón. Lo anterior, con el fin de minimizar la hinchazón, ya que permitirá que el líquido se drene del área problemática.
Qué es una lesión crónica?
Comúnmente resulta del uso excesivo de un área del cuerpo o de una condición de larga data. Este tipo de lesiones son comunes en muchos deportes de resistencia como el ciclismo, la carrera y la natación. Sin embargo, pueden presentarse por actividades más sedentarias, como pasar demasiado tiempo frente a una computadora. A veces se las denomina lesiones por uso excesivo porque ocurren en partes del cuerpo que se usan mucho mientras se practica un deporte o al hacer ejercicio durante un período prolongado.
Dentro de las lesiones crónicas comunes incluyen artritis, tendinitis, codo de tenista, lesión por esfuerzo repetitivo y rodilla de corredor. Estas lesiones pueden estar relacionadas con técnicas de entrenamiento incorrectas, empujar el cuerpo demasiado rápido o incluso extender demasiado el cuerpo en un determinado movimiento durante una actividad deportiva.
Algunas lesiones requieren tratamiento médico inmediato, mientras que otras pueden tratarse por cuenta propia. Se sugiere buscar el consejo de un profesional de la salud en caso de que la lesión cause dolor intenso, hinchazón o entumecimiento. No puede tolerar el peso en el área. En caso de una lesión antigua se acompaña de un aumento de la inflamación, anomalías articulares o inestabilidad.
Tratamiento de Lesiones Crónicas
En general las crónicas ocurren con más frecuencia que las agudas en casi todos los deportes; sin embargo, debido a que las lesiones crónicas no son tan inmovilizantes y repentinas como las agudas, el individuo a menudo las pasa por alto.
Si cree que puede estar sufriendo una lesión crónica, es crucial que busque el consejo de un profesional de la salud, ya que los retrasos en el tratamiento pueden provocar una lesión más grave. Este debería ser especialmente el caso si sufre hinchazón, hematomas, decoloración o dolor.
El manejo exitoso de las lesiones crónicas requiere una movilización activa progresiva, que consiste en ejercicios de fortalecimiento, flexibilidad y resistencia. Estos generalmente serán seleccionados por un profesional de la salud como un fisioterapeuta, e inicialmente se llevarán a cabo bajo su instrucción y observación. Esto ayudará a reparar y fortalecer los músculos/articulaciones para reducir la probabilidad de sufrir más lesiones. El enfriamiento también se puede utilizar como terapia de apoyo para ayudar a controlar el dolor y otros problemas asociados con una lesión crónica.
Ya sea que tenga una lesión aguda o crónica, nuestros vendajes refrescantes pueden ayudarlo a controlar el dolor y la hinchazón y volver a hacer lo que ama más rápido.
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